"El Shen (mente) gobierna el Qi (energia) y éste controla al Jing (cuerpo). Podemos usar la mente para controlar la energía y ésta para regular el funcionamiento de los órganos vitales. (…) alimentando el Jing, se nutre el Qi y se desarrolla el Shen: si hay buena cantidad y calidad de sangre y energía y el cuerpo funciona de manera óptima el Shen florecerá y habrá alegría, estabilidad emocional, conciencia clara, creatividad, armonía y vitalidad. (…) El cuerpo, la energía y la mente forman una unidad indisoluble de manera que todo desequilibrio repercutirá sobre el sistema energético y a la larga, el cuerpo físico y toda alteración orgánica influirá en nuestro estado mental". Cita de Guerín (2009: p 19). |


El Qi es la capacidad de activar y mover. Está en todo el Universo, ya sea materia orgánica o inorgánica. Se define como algo infinitamente pequeño que no se puede ver, sólo pueden apreciarse sus manifestaciones. En el ser humano, el Qi emerge del Jing. Hay varios tipos de Qi según su fase de transformación y la función que realiza.
