
Una de las cualidades que hoy favorecen el desarrollo de la medicina tradicional China en países como Chile, es el hecho de lograr complementar muy bien los tratamientos con la Medicina Occidental, siendo parte de lo que hoy se denomina “Medicina Integrativa”. Existen diversos aspectos que definen esta complemento, siendo uno de ellos el logro de un cierto nivel de consciencia del afectado en relación a la enfermedad y la cura, lo que potencia al paciente como un ser activo, incluso decisivo, en el proceso de recuperación; así como también se visualiza la generación de una actitud más preventiva que prioriza el cuidado personal.
Acumedic se caracteriza por trabajar con terapias tradicionales de medicina China, tales como la acupuntura, la moxibustión, la dietoterapia China, sangría, ventosas y electroacupuntura. Dentro de un procedimiento normal de acupuntura, una vez colocadas las agujas, el paciente puede sentir hormigueos, pesadez, una puntada, algo parecido a una corriente eléctrica o a una picada de abeja. Existe un sinnúmero de sensaciones o reacciones que pueden aparecer, por lo que todo paciente debe estar al tanto de que los procedimientos que se utilicen pueden producir molestias o incluso algo de dolor, además del que ya trae consigo el paciente.
En la primera sesión se realiza un diagnóstico donde se toma el pulso y se revisa la lengua del paciente, la que para el/la acupunturista es un verdadero mapa de cómo se encuentran los distintos órganos internos, también, entrega señales sobre el estado energético (Qi), así como también, la circulación sanguínea (Xue) y los fluidos corporales (Yin). En la sesión inicial hay un espacio de aproximadamente media hora para conversar con el paciente y conocer su historia personal y familiar, ya que es información muy importante que puede ser clarificadora en el tratamiento de las dolencias que lo aquejan.
Normalmente, los dolores de tipo traumático según la concepción de esta medicina tienen que ver con estancamientos de sangre, los que generan gran dolor a la persona; al utilizar acupuntura, ésta ayuda a que el cuerpo secrete endorfina y serotonina, permitiendo que el dolor se alivie de manera natural y en un periodo corto de tiempo. Desde allí es que se trabaja con los diversos canales que recorren el cuerpo humano, abriéndolos para permitir que tanto la energía como los fluidos se movilicen y se termine dicha obstrucción (dolor).
Según comentan los pacientes, la primera sintomatología luego de una o dos sesiones de acupuntura es una mejora en el estado anímico, una mejora significativa en las horas la calidad del descanso nocturno, así como también, la disposición ante la mejora de una aflicción o lesión en particular. Sin embargo, una parte importante de la efectividad del tratamiento recae en el mismo paciente, ya que tanto la ingesta de agua como la alimentación son parte fundamental en todo proceso de recuperación.
Dicha tarea es una de las más complejas, ya que implica un cambio de hábitos. Los alimentos que consumimos tienen distintas temperaturas energéticas, por lo que generan diversas reacciones en el cuerpo al ser ingeridos. Las recomendaciones en cuanto a la alimentación, no pretenden que e/lal paciente cambie completamente sus hábitos alimenticios, sino que a partir de sus costumbres y preferencias, se realizan algunos ajustes y modificaciones que beneficien la salud. Por ejemplo, en algunos casos la reducción de lácteos o de azúcares refinadas puede ayudar mucho en la mejoría de una dolencia, así como también, ordenar los horarios y los refrigerios entre una comida y otra.
Encontrar el equilibrio es la principal tarea y enseñanza de trabajo diario que la medicina tradicional China y sus métodos de tratamiento nos proponen. La sabiduría milenaria que nos transmite, ayuda a ver al ser humano como un sistema complejo de interacciones, tanto a nivel interno como en relación al medio en que se desarrolla, capaz de modificar el desarrollo de su salud y calidad de vida.
Catalina Veas Basso
Equipo ACUMEDIC