
Al afectar todo esto la energía vital del ser humano (Qi) se empiezan a generar patologías que afectan al cuerpo y la manera de controlarlas es recuperando la fluidez del Qi. Es en este contexto que se habla de los chakras, un término utilizado para describir a los centros de energía que se ubican en el cuerpo humano.
Quienes trabajan con estos centros de energía, en su mayoría, coinciden en que existen siete a lo largo del cuerpo. También se definen como la conexión del ser humano con su entorno, son la manifestación directa de nuestra salud física, emocional y psíquica además de representativo de nuestra conciencia.
La acupuntura
Los chakras han sido muy importantes en el nacimiento y desarrollo de la acupuntura, como de otras disciplinas de la medicina tradicional china. Esto se debe a que los centros de energía son tratados por la acupuntura para remover obstrucciones de energía.
Si bien aún existen quienes ponen a la medicina tradicional china en opuesto al origen hinduista de los chakras, lo cierto es que no importa cual vino antes o cual después, lo que cuenta es que son dos teorías que se unen para generar mejoras en la salud, a todo nivel, del ser humano.
En definitiva, la acupuntura y la limpieza de los chakras son dos conceptos que perfectamente pueden unirse y que de hecho trabajan de la mano. Esto ya que no sólo los siete chakras principales coinciden con puntos de acupuntura sino que muchos de los secundarios también son considerados en la aplicación de las agujas.
La acupuntura se encarga de trabajar, en puntos específicos, las dolencias físicas y emocionales del ser humano. Esta medicina propone que todo malestar físico no es más que el reflejo de una obstrucción de energía que nace de un nivel emocional: las enfermedades son el reflejo de nuestras emociones.